Son hogares -distintos del familiar- donde cada persona se desarrolla a través de las actividades más cotidianas en la casa y en su entorno. Se proporciona alojamiento, y atención personalizada. Cada persona es protagonista de su vida y mantiene los vínculos con su familia y amigos.

Contamos con diferentes tipos de viviendas:

• Módulos de vivienda en Pozuelo de Alarcón. Viven treinta y dos personas en   5 módulos: 3 para mujeres y 2 para hombres. En cada vivienda residen 8 personas. 

• Vivienda “Granja San José” en San Sebastián de los Reyes. Viven 22 personas: 7 mujeres en una vivienda y 15 hombres en otra.

• Pisos Tutelados: 2 en el casco urbano de San Sebastián de los Reyes (5 personas viven en uno y 8 en otro) y 2 en Majadahonda (también 5 personas en uno y 8 en el otro).
  Son hogares integrados en comunidades de vecinos, donde las personas conviven, realizan las tareas propias del hogar, disfrutan del tiempo libre, y se relacionan e interactúan con el entorno. Cuentan con la supervisión de profesionales de referencia.

HISTORIAS PERSONALES

JUAN FERNANDEZ SANCHA PISO TUTELADO San Sebastián de los Reyes

“Nací en Madrid, en Antón Martín, hace 63 años. Vivía con mis padres y mis dos hermanos. Mi padre era churrero y yo repartía churros y patatas fritas por los bares, todos teníamos que trabajar.

Con 30 años vine a vivir a la Fundación, un maestro de mi colegio, Don Pedro, me mandó a la Granja.

Al principio dormíamos otro compañero y yo con un monitor en las casitas de abajo, Yo trabajaba en el campo. Ordeñaba la vaca, la sacaba al corral para que le diera el sol y también recogía los huevos de las gallinas y las hortalizas del huerto.

Después, unos cuentos nos fuimos al piso de San Sebastián de los Reyes. Yo fui uno de los que lo estrenó. Allí vivían con nosotros Tomás y Eugenia, un matrimonio que nos ayudaba. Ahora sigo viviendo en el piso. He aprendido a cocinar, poner la lavadora, planchar y muchas más cosas, pero lo que más me gusta es ir a tomar algo por ahí con mis compañeros y con los monitores.

Ya me voy haciendo mayor y dicen que tengo que cuidarme. El año pasado dejé de fumar. Pero lo que no quiero dejar nunca es el campo. Quiero seguir cuidando el huerto y las plantas muchos años más, por lo menos otros 63…”