Nos hace mucha ilusión persentaros a Justo Sánchez, persona con discapacidad intelectual de 43 años a la que damos apoyo desde nuestra sede de la Granja San José.
Justo acaba de comenzar en trabajar en Vrutal, un restaurante con un compromiso social ejemplar, en el que contratan personas con discapacidad intelectual. Al que aprovechamos a felicitar por su valentía y solidaridad. ¡Ojalá más empresas os imiten en vuestra confianza en los talentos de las personas con discapacidad!
¡Esperamos que os guste la entrevista!
¿Cómo te sientes al haber conseguido este empleo en Vrutal?
Me siento muy feliz. Nunca me había planteado trabajar en un restaurante, pero gracias a los cursos de Vrulé, he aprendido a cocinar, a estar en sala y a muchas más cosas que hago en este trabajo. Cosas además que también me sirven para la vida diaria, para hacer cosas de manera más independiente. Así que muy bien.
¿Qué labores llevas a cabo en el restaurante?
Sirvo mesas, cojo comandas, pico las raciones, hago cubiertos, marco servilletas con el sello de Vrutal, un poco de todo.
¿Cómo fue el momento en el q te dieron que entrabas en Vrutal?
Me puse muy contento cuando Sandra me dijo que contaban conmigo como camarero. Ahora combino los dos trabajos, en la Mutualidad de la Abogacía, lunes, martes y miércoles; y de camarero en Vrutal, viernes, sábado y domingo.
¿Qué apoyos has recibido para prepararte para el empleo?
Antes de trabajar en Vrutal me formé en la academia de Vrulé. Ahí hacemos diferentes cursos, yo voy por el nivel 4. Aún me quedan más niveles, todavía me estoy formando. También desde la Fundación Gil Gayarre me dieron apoyo. Primero porque allí estaba en la cafetería de la Granja y así fui cogiendo experiencia y después porque Ana me ofreció los cursos de Vrulé, me los encontró ella y me lo ofreció porque era un buen candidato. Y la dije “Yo me atrevo!”.
¿Has trabajado anteriormente en otros lugares?
Antes he trabajado también en una empresa de limpieza, y 8 años en una empresa de empleo de jardinería.
¿Te resultó difícil adaptarte?
No porque Sandra, Pablo y Juan (los “jefes”) lo ponen todo muy fácil para que lo tengamos fácil a la hora de trabajar. Están siempre pendientes para que estemos a gusto. Y con el resto de los compañeros me llevo muy bien, ahora son como mis hermanos.
¿Qué es lo más importante para ti de estar trabajando?
Me gusta porque me hace sentirme útil en la sociedad. Aunque tenga una discapacidad, soy igual que otras personas que se esfuerzan y hacen su trabajo. Me gusta también porque tengo más independencia económicamente y porque estoy cogiendo experiencia y aprendiendo cosas nuevas.
¿Qué le dirías a otras personas con discapacidad intelectual que sueñan con trabajar?
Que se tienen que atrever a salir del cascarón. Que se pongan las pilas porque los padres no van a estar siempre ahí. Está muy bien estar en el centro, en casa, pero tienen que buscarse la vida. Pueden estar toda la vida en el Centro Ocupacional, pero así nunca van a saber desenvolverse en la vida, no van a coger experiencia de la vida.
¿Qué te gustaría conseguir en el futuro?
Me gustaría conseguir una casita de protección oficial, independizarme, no siempre vivir en un piso con compañeros.
¿Qué le dirías a la gente que tiene una empresa para animarles a contratar personas con discapacidad?
Les diría que tienen que dar una oportunidad a la gente con discapacidad, porque aún hay empresas que se creen que no sabemos. Y no es así, yo tengo discapacidad, pero sé hacer muchas cosas como otros compañeros de mi trabajo. Hace años no había tantas personas con discapacidad trabajando, pero por suerte, poco a poco, ya las empresas están empezando a abrirse más.
¿Qué último mensaje te gustaría decirles a las personas de Vrutal y de la Mutualidad de la Abogacía?
Me gustaría darles las gracias por la oportunidad que me han dado, por haberme contratado, por confiar en mí y por lo bien que me tratan.
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