En 2023, se iniciaron las obras que han logrado mejorar la vida de las personas que viven en el centro Residencia San Luis Gonzaga. En aquel momento anunciamos el fin de las barreras arquitectónicas y empezábamos a caminar para lograr el confort térmico. Desde entonces, ha sido posible mejorar el bienestar físico y emocional de las 15 personas residentes del centro.
Una de las viviendas donde residen 5 personas con discapacidad intelectual ha sido rehabilitada de forma integral. Para hacerla accesible, en el interior se han eliminado las barreras arquitectónicas, se han ensanchado las puertas y se han redistribuido los espacios. La vivienda cuenta ahora con un salón-comedor y cocina integrados, habitaciones renovadas, baños adaptados y construido espacios comunes de almacenaje. A la que en Fundación denominamos “La Casita”, se accede ahora por una rampa que facilitan la entrada y salida de las personas residentes, especialmente de aquellas que presentan mayores problemas de movilidad.
La carpintería interior y exterior se ha cambiado por una más eficiente, que impide que se produzcan fugas de calefacción y aire acondicionado. Para mejorar el confort térmico, se ha rehabilitado la cubierta del edificio y se ha instalado calefacción mediante suelo radiante/refrigerante por aerotermia y energía fotovoltaica. Con el proyecto, estamos logrando mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y darle un respiro al planeta, al reducir los costes energéticos y las emisiones de CO2 a la atmósfera.
¡La Casita además cuenta ahora con nuevo mobiliario! La guinda del pastel de este bonito hogar que disfrutarán las personas residentes.
Como parte del proyecto, se ha intervenido así mismo, en un segundo módulo de convivencia donde residen 20 personas. Como en La Casita, se han eliminado las barreras arquitectónicas para convertirlos en espacios accesibles. Se ha renovado la carpintería interior y exterior, y se han ensanchado las puertas para facilitar el acceso a sillas de ruedas y andadores; se ha ampliado el espacio de almacenaje y se han reformado los baños y las instalaciones eléctricas, de fontanería, saneamiento, telecomunicaciones y calefacción.
En su conjunto, las actuaciones realizadas están contribuyendo a fomentar la autonomía y el bienestar de las personas con discapacidad intelectual, especialmente de las más vulnerables, aquellas que se encuentran en proceso de envejecimiento.
Los resultados obtenidos están contribuyendo a mejorar calidad de vida y bienestar físico y emocional de las personas con discapacidad intelectual, demostrando el compromiso de la Fundación por el cumplimiento de nuestra misión.
Este proyecto ha sido posible gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; financiado por la Unión Europea – Fondos NEXT GENERATION EU y gestionado por la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid.